Acuñar el término ahorrar en la factura del agua, a mi parecer no es del todo correcto. El término que deberíamos utilizar es el de optimizar el consumo que realizamos de agua. En este post, voy a indicar una serie de consejos que pueden ser muy obvios; pero por ese motivo, en muchas ocasiones nos olvidamos de ellos.
- Dejar siempre el grifo cerrado cuando no lo estemos utilizando. Esto parece obvio, pero bien es cierto, que en ocasiones cuando estamos fregando o nos estamos duchando, dejamos correr el agua más tiempo del necesario y eso acarrea un consumo que es del todo innecesario. También lo corriente es dejar correr el agua cuando queremos pasar de fría a caliente o viceversa. No olvidemos que esta agua la podríamos reutilizar para otras cosas, por lo que nunca está de más, conservarla para utilizarla en otra ocasión.
- Revisar las llaves y los grifos con regularidad. En muchas ocasiones, se producen micropérdidas, que a simple vista no se pueden apreciar, pero que siguen ahí. Esto provoca un gasto que anualmente puede traducirse en un porcentaje alto de gasto.
- Cerrar ligeramente la llave de paso Este es un simple gesto que no va a afectar a la presión del agua. Ésta saldrá con la misma presión, pero con un menor caudal, por lo que ahorraremos sin apenas darnos cuenta.
- Ducharse en lugar de bañarse. Se pueden ahorrar hasta 150 litros de agua al año, solo realizando el gesto de ducharse y cerrar el grifo mientras nos enjabonamos. Esto no supone un gran esfuerzo y es bueno para que la factura anual disminuya.
- Colocar economizadores en los grifos. Los economizadores se colocan en los grifos donde queramos reducir el consumo: generalmente en los grifos de la ducha o del fregadero.
- No descongelar los alimentos bajo el grifo. Además, de que esta práctica no es demasiado buena; ya que rompe la cadena del frío de los alimentos, supone un gasto innecesario; puesto que podemos utilizar nuestro microondas para hacer la descongelación o sacar las cosas con antelación del congelador. En el caso de no tener microondas y de que no tengamos otra posibilidad, siempre se puede llenar un cazo con agua caliente y meter dentro del mismo, el producto a descongelar. Tardará lo mismo que si lo hacemos bajo el grifo, pero gastará menos agua.
- Utilizar el lavavajillas y la lavadora con cargas completas. Aunque existan programas cortos, para cargas no completas; no es recomendable puesto que gastaremos más en nuestra factura del agua y de la electricidad.
- Regar las plantas por la noche. Esto simplemente sería porque la temperatura nocturna no favorece la evaporación del agua y la conserva mejor para regar.
En el caso de agua, en la factura pagamos por lo que gastamos; al contrario que en la factura de la luz; por lo tanto, no vamos a poder colocar una tarifa que nos suponga un mayor ahorro. De ahí que, en este caso, el ahorro depende completamente de la utilización que hagamos nosotros.