Es cierto que este consejo habrá muchas personas que podrán saltárselo puesto que los congeladores o arcones que compramos hoy en día no suelen acumular demasiado hielo. Cuanto más moderno sea el congelador, más tardaremos en tener que seguir este proceso, pero sí que es cierto que es muy probable que llegue el momento en que lo tengamos que hacer.

¿Por qué aparece hielo en el congelador? El hielo se forma debido a la humedad que existe en el ambiente. Cuando dejamos el congelador abierto, aunque sea por un breve periodo de tiempo, el aire que entra en el él, choca con las paredes heladas y crea un poco de condensación. Esto, como resultado, hace que se forme hielo en las paredes y, por tanto, los cajones comiencen a cerrar mal y en los alimentos se cree también esa especia de escarcha en el exterior.

De ahí que lo que se recomienda es abrir en pocas ocasiones la puerta del congelador y mantenerla abierta el menor tiempo posible. Además, debemos revisar cada cierto tiempo que la goma de la puerta esté en óptimo estado para que no se filtre nada de aire en su interior y evitemos la condensación de la que hemos hablado anteriormente.

Finalmente, y como objetivo de este post, el consejo más importante que se puede dar es el de realizar una descongelación de nuestro congelador al menos un par de veces al año, aunque nuestro congelador cuente con un sistema de descongelado automático. Estos son los diferentes métodos que podemos utilizar para hacerlo.

1.       La manera tradicional con la que, tras sacar todos los productos que tenemos en el interior, dejamos que se vaya descongelando solo. Este proceso puede llevarnos un tiempo más largo, por lo que solo es recomendable para personas con paciencia y mucho tiempo libre.

 

2.       Paño Caliente. Este método es muy sencillo. Solo debemos colocar un paño que haya sido calentado previamente sobre la zona que tenga hielo y realizar una serie de frotes para que a fuerza de raspar se vaya desprendiendo la capa de hielo.

 

 

3.       Utilizar un secador de pelo. Este descongelará el posible hielo formado en poco tiempo, puesto que la exposición al alto nivel de calor hará que termine muy rápido. Apto para personas con muy poca paciencia, pero que no les importe pagar más en su factura de la luz. Hay que tener mucho cuidado con que el cable o la punta del secador no toquen el agua que se desprendiendo. Se recomienda utilizar este método sobre áreas pequeñas.

 

4.       Vapor de agua. Este truco me lo enseñó mi abuela y funciona muy bien; se trata de calentar agua en un balde o en un cazo hasta que alcance la temperatura necesaria para que el agua se evapore y descongele de esa forma el hielo. Este método hay que utilizarlo con cuidado, puesto que puede estropear los estantes; por lo que es bueno colocar una toalla en ellos.

 

5.       Ventilador. Utilizar el ventilador es un buen método de ahorro, ya que podemos calentar a la temperatura que nosotros queramos y, por lo tanto, podemos controlar mejor el gasto lumínico. Apuntando directamente sobre las zonas con hielo conseguiremos que poco a poco se vaya deshaciendo, para luego retirarlo con un paño seco.

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